Selecciona el rango de edad para saber cómo cuidar mejor
la alimentación de tus hijos.
A partir de los 6 meses de edad, es necesario complementar la leche materna agregando otros alimentos, ya que el aporte de la leche materna por si solo no alcanza para cubrir las necesidades del bebé. Además, desde el punto de vista psicomotor, es el momento en que están listos para aprender a comer alimentos sólidos o semisólidos (papillas o purés) y líquidos
Cereales y papas - Verduras - Frutas - Carnes bajas en grasas (pollo, vacuno y pescado) - Huevo - Legumbres - Aceite crudo
Lo ideal es que un niño a partir de los 2 años consuma 4 comidas establecidas en el día: desayuno, almuerzo, once y cena, entre las cuales no deben pasar más de 4 horas. Si eventualmente esto último sucede, se incorpora una colación saludable. Es importante incluir al menos dos veces por semana el consumo de pollo, dado sus beneficios para la salud en cualquier etapa de la vida. Se recomienda entregarlo en diversas preparaciones que sean atractivas para los niños de todas las edades.
Al ofrecer un nuevo alimento se debe hacer en pequeñas cantidades y repetir la oferta de entre 3 a 5 ocasiones distintas para que el alimento sea aceptado o hasta que se logre su incorporación a la alimentación habitual.
Se recomienda entregar colaciones a los niños sólo cuando los horarios de alimentación se extienden por más de 4 horas entre un tiempo de comida y otro. La pechuga del pollo es el corte que tiene la menor cantidad de grasa y colesterol, pero una mayor cantidad de proteínas, por lo que es una buena alternativa a la hora de pensar en una colación saludable para los niños.
Un niño, adolescente o adulto, puede consumir hasta dos porciones de pollo diarias en la misma o distintas preparaciones. De este modo, se obtiene mayor cantidad de proteína de alto valor biológico diario que favorecen el crecimiento y desarrollo muscular.
El pollo proporciona proteínas de alto valor biológico, grasas, vitaminas y minerales, nutrientes indispensables tanto para el crecimiento y desarrollo de los niños, como para favorecer un buen estado de salud y nutrición en adolescentes, haciendo parte de una alimentación saludable.