Imagina que a una olla le echas caldo de tomate, cerveza y unas pechugas de pollo. ¿El resultado? Una mixtura de sabores que no imaginabas.
Pica finos el ajo y la cebolla.
En una olla grande a fuego medio calienta un buen chorro de aceite de oliva.
Dora la cebolla y el ajo, con un poco de sal y pimienta, hasta que la cebolla se ablande.
Luego, sella las pechugas, dejándolas dorar 2 minutos por lado sobre el sofrito.
Agrega entre las pechugas, la salsa de tomate, la cerveza y el jugo del limón. Deja caer encima las hojitas de tomillo.
Baja el fuego al mínimo, y una vez que la mezcla recupere el hervor, deja hervir por 2 a 3 minutos con la olla destapada.
Reparte sobre la salsa el zapallo italiano cortado en rodajas delgadas.
Luego tapa la olla, ponla sobre un tostador y deja cocer por 15 a 20 minutos.
Sirve acompañado de un buen arroz blanco.